Es común que los chavales acudan a la primera cita enfadados y sin querer venir. Es importante en estos casos, que el terapeuta cuente con habilidades para vincular bien con el adolescente y que éste quiera acudir a terapia. Realmente, en la gran mayoría de los casos de chavales que acuden a terapia resistentes, cuando se encuentran con un terapeuta amable, cálido, que está ahí para
ayudarle y no se sienten juzgados por él, encuentran la utilidad de acudir a terapia y abordar aquello que se lo está haciendo pasar mal.